Petricor - Rafa Vega
16635
post-template-default,single,single-post,postid-16635,single-format-standard,bridge-core-2.9.8,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-theme-ver-28.2,qode-theme-bridge | shared by wptry.org,disabled_footer_top,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.7.0,vc_responsive
 

Petricor

Petricor

Aún no ha llovido y ya se siente la tierra mojada. Porque los recuerdos tienen memoria. Y también expectativas. Así que voy echando migas de pan para no olvidarte. Pero he puesto la venda sin haber sangrado la herida. Te echo de menos sin que aún te hayas ido. Repaso tus fotos para cuando no estés. Ya te he llorado pero sigues aquí. Estos últimos besos saben a apocalipsis. Con lo cerca que aún estamos de nuestro Big Bang. Tu respiración latente. El aire viciado. Buceo en el mar de sábanas en el lado de la cama que dejarás vacío. Nos acostumbramos a dormir cerca para acostumbrarnos a dormir lejos. Intercambiamos “buenos días” por “guten morgen”. Sigue sonando “Ti amo” de Umberto Tozzi pero el tocadiscos ya ha dejado de girar. El tiempo es nuestro peor enemigo. Tratamos de imantar el minutero. Y echamos el ancla en el segundero. Besos con mascarilla en la terminal de salidas. El aeropuerto te absorbe. Tu vuelo en hora. Empieza a llover. Huele a tierra mojada.